miércoles, 13 de octubre de 2010

KRAPFEN, BERLINESAS O BOMBAS RELLENAS




Me da igual el nombre. La cosa es que es uno de mis pasteles favoritos, del que nunca me canso. Uno de los pocos motivos por los que celebro la llegada del otoño o del invierno, en general, se debe a que las pastelerías se llenan de cosas ricas ante la demanda de gente golosa como yo. Y si no se llenan ya me encargo yo de abastecer mi despensa de todo tipo de provisiones calóricas como chocolates, coberturas y harinas. Es también en esta época cuando los libros de cocina comienzan a tener presencia de manera caótica por toda mi casa. Se me atropellan mil y una ideas para hacer...






Hace pocos días, me levanté y estaba gris. Olía a tierra mojada y recordé que, precisamente, eran en esos días cuando más nos gustaba pasarnoslo en casa, acurrucados en el sofá, sintiendo la tibieza del pijama contra la piel... y deleitándonos con la 1/2 docena de berlinesas que, tras echarlo a suertes, uno de los dos traía de la croissantería.

Tu recuerdo me provoca sabores y olores. Y esta receta es un sabor que me recuerda a tí. De hecho, me recuerda más a tí que . Bienvenido al olvido. Bienvenidos todos los recuerdos.




"El olvido es una segunda muerte que las almas grandes temen más que la primera"

Stanislas J. de Boufflers


Ingredientes

225 gr de harina de fuerza

225 gr de harina floja
2 huevos
40 gr de levadura seca de panadería ( yo 25 de la fresca)
4 gr de sal
3 cucharadas soperas de azúcar (para mí es poco dulce)
80 gr de mantequilla a punto de pomada (yo creo que con 50 es suficiente)


Preparación


1)
Calentar la leche hasta que esté tibia y diluir la levadura en ella.

2)
Hacer un volcán con la harina, azúcar y la sal. Incorporar los huevos ligeramente batidos y mezclar todo, con las manos. Amasar durante unos cinco minutos.

3)
En este punto se le agrega la mantequilla y ahora sí comenzamos el amasado durante veinte minutos. Si le habéis puesto los 80 gr de mantequilla probablemente necesitaréis mucha más harina para el amasado. Igualmente sale bien, pero si queréis ahorraros el trabajo rebajáis la cantidad de mantequilla, que es lo que yo haré la próxima vez.

4) Pasados los 20 minutos, formamos una bola con la masa y metemos en un bol grande, dejando levar unas dos horas tapada con un paño hasta doblar su volumen en un sitio oscuro y cerrado. tapando. Yo normalmente la meto en el horno. Apagado, claro. ;)

5) Transcurridas las dos horas, desgasificamos la masa.

6) Dar forma de barra de pan alargada y porcionar bolas de 60 gr y bolear.

7)
Poner en una bandeja de horno con papel sulfurizado o vegetal.

8) Dejar levar por segunda vez hasta que doblen el volumen de nuevo.

9) Freír en aceite de girasol no muy caliente, pues se quemarían y se quedarían crudas por dentro. Aunque tampoco demasiado tibio, ya que la masa absorvería demasiado aceite.

10) Yo las he rellenado de nutella poniéndola en una manga pastelera y con la misma boquilla se hace una pequeña incisión. Espolvorear con azúcar glass.

3 comentarios:

  1. Me parece una receta estupenda y mucho más aún la historia que la precede... Tomo buena nota de ella con tu permiso, me gustaría probarla para además de saborearla, sentir esa sensación de recuerdo y olvido .. Besitos.
    Cris.

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  2. Exquisito, los berlines siempre me han gustado, no los hago por el frito y no los compro por que engordan, jajaa, que pena, pero me encantaría comerme uno ahora, me gustan tibios y rellenos de dulce de leche.
    Que rico!!

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  3. Sabes que también son uno de mis dulces favoritos ???
    Aunque yo, como Kako, no los hago porque sería capaz de no compartirlos jajajaja y me pondría redonda redonda...(lo malo es que tengo una confitería justo a la puerta que las hace realmente impresionantes)

    besinos

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