martes, 31 de agosto de 2010

Chocolate Chunk Cake




Por mayoría estadística es oficialmente reconocido que las mujeres solemos pasar esos días de turbulencia hormonal sumergidas en el espesor de un mar de chocolate y yo contribuyo, con mucho gusto, a formar parte de este recuento. Probablemente sea de las pocas adiciones confesables que una persona pueda tener... Es maravilloso la diversidad de sentidos y usos que se le han dado a este ingrediente: mágico y lleno de ilusión para los niños y para algunos adultos, pero también sustitutivo del sexo, paliativo en caso de carencia y un potenciador en caso de existencia.
¿No es fantástico?

Aquí dejo un
a receta que salvaría a cualquiera del suicidio en caso de tendencia...





Se trata de una versión personalizada de un bizcocho de chocolate y pistachos que encontré en gastronomiaycia.com que me recordó a un pastel delicioso que venden en Mercadona y que, alguien, me pidió que intentara hacer algo parecido... y creo que lo he conseguido, variando las medidas a ojo bajo la supervision de la experiencia tras haber hecho ya millones de bizcochos a lo largo de mi vida...


Su textura no es para nada compacta, y la esponjosidad viene de la mano de las claras a punto de nieve...




Y del aplastante sabor a chocolate tiene la culpa el casi medio kilogramo de fondant que lleva...


Ingredientes

120 gramos de harina

200 gramos de chocolate fondant (más otros 100 para cobertura y relleno, si se desea)
80 gramos de mantequilla
100 gramos de azúcar
1 sobre de levadura
40 gramos de cacao puro en polvo Valor
1 huevo
4 claras de huevo
100 gramos de leche
Lágrimas de chocolate (al gusto)


Preparación


Enciende el horno para que se vaya calentando a 180º C. Monta las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Reserva.
Mezcla en un cuenco la harina, el azúcar, el cacao en polvo y la levadura. Calienta en un cazo o en el microondas la mantequilla con el chocolate fondant troceado. No lo calientes demasiado, basta un poco de calor para que después se funda el chocolate moviéndolo con una espátula y conserve el brillo y una textura homogénea.
Vierte la leche a temperatura ambiente en el cuenco de la harina, añade el chocolate fundido y mezcla. A continuación bate ligeramente el huevo e incorpóralo también. Mezcla bien los ingredientes con las varillas o con una espátula de silicona.
Añade a continuación las claras montadas y mézclalas despacio, con movimientos envolventes para que no pierdan mucho aire. Finalmente añade los trozos de fondant y las lágrimas de chocolate en la superficie.


Hornea los primeros diez minutos a 180º y luego cubre con papel de aluminio la superficie para evitar que se queme. Baja la temperatura a 150º y cuece hasta que pinches con una aguja y ésta salga limpia.


lunes, 23 de agosto de 2010

BIZCOCHO DE NATILLAS


Últimos días de agosto... los atardeceres están volviendo a cambiar y esa brisilla que corre al final de la jornada me tiene los nervios de punta y el ánimo pende de un hilo. Me paso el día buceando entre recuerdos que alientan y oprimen. El aire huele a septiembre. Se palpa septiembre. Incluso, lentamente, cada bocado sabe a septiembre. Se me empiezan a apetecer esos copiosos pasteles de invierno y voy dejando a un lado toda la pastelería semifría y ligera que acompañan a los días de verano. Con sensaciones como éstas, parece irrevocable no admitir que la climatología afecta directamente a nuestro organismo. Os dejo esta receta que me ha puesto acorde el paladar con la emoción...



Ingredientes

3 Huevos
150 gr de Harina
100 gr de Azúcar
100 ml de Leche
1 sobre de Levadura
1 sobre de Natillas (Flan)
150 gr de Aceite de oliva

Preparación

Batir los huevos junto con el azúcar hasta que doblen su volumen. Esto es, hasta que 'aireen' las burbujitas.. Añadir el resto de los ingredientes, excepto la levadura, que la dejaremos para el final. Verter la mezcla en un molde previamente engrasado en el horno precalentado a 180º. Estará listo cuando comprobemos que al pinchar la aguja, ésta sale limpia.


martes, 17 de agosto de 2010

Tarta helada de chocolate, toffee y nata


Adoro las mariposas. Las novias las liberan el día de su boda como deseo de felicidad. Igualmente, nos alegran el paseo en una tarde de primavera con su incesante revoloteo y, cuando los días cálidos tocan su fin, ya ni siquiera rasgan el aire sus alas. De pequeña, las solía pintar con frecuencia; de todos los tamaños, de infinitos colores, de formas varias... No sé si el significado de esta fijación se debe al embelesamiento repentino ante tanta belleza de festival cromático o si quizás la explicación, en un ámbito más profundo, tuviera que ver con la metamorfosis de la oruga en el resultado final, es decir, los cambios drásticos que sufre hasta llegar a ser una radiante y liviana mariposa...



Si ahondas en su simbología, encontraras tantas interpretaciones como afluencias artísticas. La representacion que más me gusta es una en concreto referente al tema del amor. Aquí, Cupido aparece atormentando a una mariposa, es decir, al ALMA.


De este manejo y allanamiento del corazón nacen las ansiedades que aceleran los latidos del corazón, los ojos entornados ante la inminencia de un beso y los ímpetus irrefrenables.. El sentimiento universal que acompaña a todo el mundo de forma constante y que encontramos por sorpresa. Ahora sí, después de este dislate, dejo aquí la receta...


Ingredientes


Para la base
200 gramos de Oreo sin el relleno más ocho galletas para la cobertura, 75 gramos de mantequilla, 500 ml. de nata, 100 gramos de azúcar, unas gotas de esencia de vainilla.
Para el Toffee
150 gramos de azúcar moreno, 70 gramos de agua, 1 c/c d, 50 gramos de mantequilla y 100 gramos de nata líquida para montar.
Para el Ganache
250 ml. de nata para montar y 250 gramos de chocolate al 70%.

Elaboración

Prepara un molde desmontable, cubriendo la base con papel vegetal, después facilitará el paso a una bandeja de presentación.

Abre las galletas y retira el relleno reservándolo para la presentación, tritura los primeros 200 gramos de galletas hasta hacerlas polvo, añade a continuación la mantequilla a temperatura ambiente y mezcla bien. Cubre la base del molde con esta mezcla presionando bien y procurando dejar una superficie lisa y nivelada. Introduce el molde en el congelador.

Monta entonces la nata con el azúcar y la esencia de vainilla, recuerda que la nata debe estar bien fría para que monte bien, incluso a veces es recomendable que el recipiente en el que la vas a montar esté también frío de la nevera. Vierte la nata sobre la base de galleta dejando de nuevo una superficie lisa y vuelve a introducir el molde en el congelador.

Prepara el toffee, pon en un cazo la mantequilla a fuego lento y déjala fundir, retira la espuma que quede en la superficie. Mientras tanto pon en otro cazo el azúcar y el agua, cuece a fuego medio sin remover hasta obtener un almíbar.


Feliz cumpleaños, Irene!

Fuente:

http://www.gastronomiaycia.com/2009/08/24/tarta-helada-de-chocolate-toffee-y-nata/