sábado, 17 de marzo de 2012

Tarta KitKat y M&M's y otro aggiornamento de blog



La tarea de actualizar el blog me persigue tanto a veces que me
estresa. Me sucede últimamente que cuando dejo algo a medias o pendiente de hacer, me persigue un malestar incesante que se apropia de mi sueño, de mi apetito y de mi conducta, impidiendo llevar a cabo las cosas que normalmente suelo hacer. He llegado a sentir en mitad de una noche de preocupación ese nerviosismo similar a esas mariposas que fluyen por nuestro sistema digestivo cuando nuestras hormonas se imponen y deciden contra voluntad que ha llegado el momento de ruborizarse ante el estímulo físico y químico que produce el 'amor'... Sí, es un entrecomillado intencionado.



Por eso me resulta curioso que algunos conciban este mini e
spacio culinario-retahílas como un diario personal... ya que no es, ni de lejos, una crónica de mi cotidianeidad ni me supone una obligación, a pesar de todo el agobio que me genera cada vez que tengo en mente un post. Dios, si esto fuera un diario seria caótico.. probablemente tendría una paga por bipolaridad o tal vez sería más lúcida, ya que podría releer mis desvaríos e intentar suavizarlos (ojo, que no
eliminarlos, eso ya lo he dado por perdido).





En c
ualquier caso, está claro que algo no vabien y me jode muchísimo que sea culpa de un mineral. ¿Quién se habrá llevado el que a mí me falta? Probablemente mi madre, que es de quien más quejas recibo, con lo cual doy por seguro que se ha apoderado de las reservas de litio de todas las generaciones posteriores, al menos de las que de mí desciendan...





En este post no hay receta. Cada vez que experimento algún tipo de decoración me gusta utilizar de base el 'Gateau au chocolat', así, si sale mal, al menos estoy segura de que sabrá bien.




La idea de la tarta de KitKat la tomé prestada cua
ndo se acercaba el cumple de Tom, uno de los niños que cuidé durante mi estancia en Vers Pont du Gard, Francia. Todavía recuerdo su asombro cuando por la mañana abrió la puerta del frigo y vió su enorme pastel de dos pisos que, sin duda, causaría la envidia sana entre los amigos.




Os podéis imagina
r mi regocijo ante su expresión atónita.. solo con eso mi regalo era mayor que todos los que él pudo recibir. Decidimos entre su madre y yo prepararle un cumpleaños inolvidable: ella contrataría un espectáculo de magia protagonizado por un bellísimo portugués políglota de ojos verdes e hipnóticos, tez blanquecina y pelo rudo de ébano; y yo me encargaba de toda la merienda.




Entre cacharros, delantales sucio
s y dedos ajenos que en un despiste se sumergían en cualquier masa a modo de cata pasé la víspera haciendo madeleines, cookies, bombones.. y su pastel. Acabé tan harta de abrir y colocar minuciosamente KitKat's que no se me ocurrirá volverlos a probar.. mientras lo recuerde. Y ni qué decir de los M&M's, que nunca me gustaron..



Tom & Yo


Tom & Gordon


Á bientôt, peut-être..

lunes, 9 de enero de 2012

Pain au chocolat



Las costumbres se imponen y, como viene siendo tradición, me dispongo a actualizar de nuevo el blog de la forma que más me gusta realizar la entrada de un post: con la paradójica mezcla de recetas antiguas y sentimientos actuales. Sí, parece que sin pretenderlo ésto se ha convertido en un diario testigo de momentos. Al fin y al cabo, de ellos se compone la vida ¿no?




Navidad, extraña Navidad

Debido a una serie de sucesos desafortunados podría etiquetar esta Navidad como 'rara'. Y, aunque en absoluto soy el vivo ejemplo del espíritu navideño, ninguno de esos acontecimientos me ha impedido disfrutarlas. Esperaba encontrar unas cosas y hallé otras.. en referencia a situaciones y personas. Si en el post anterior se me notaba vencida, esta vez creo que me voy con los ojos más aún desorbitadamente abiertos habiendo asimilado ya que todo viene y va, a relativizar las cosas y sobre todo a no crearme expectativas.





A caminar sola me enseñan los días

Si ya me había habituado a despertar cada mañana en ausencia física de tí, al destino se le antoja ahora poner a prueba una vez más mi individualidad y mi autoabastecimiento emocional. Ya no suena el teléfono y eres tú, ni mensaje de buenas noches, ni escuchamos repetidamente esa canción de Pablo Iglesias imaginando aquellos encuentros furtivos, mi piel comienza a no tener memoria y mi último aliento del día ya no sabe a tus besos sino a una copa de anís, aunque estoy segura de que ahí flotan.






Sin embargo, mi retentiva mental hace que el tono de tu voz retumbe en mí de la última vez que hablamos, que dé mil vueltas en la cama mirando una y otra vez el móvil esperando noséqué que me ayude a dormir, que sin que nadie lo sepa siga escuchando nuestra melodía, que en la pasividad de la noche se huelan los ecos de tu piel sobre la mía y, en consecuencia, te instales en mis sueños de manera totalmente involuntaria. Pero ya te digo: solo a veces porque, estaré equivocada o no, pero he llegado la conclusión de que el orgullo es un sentimiento tan noble que es capaz de aliviar las pérdidas que causa. Y bueno, mientras todo esto se digiere y no encuentre sosiego siempre podré perjudicar a mi hígado.






La masa para el pain au chocolat o napolitanas es la misma que la de los croissants, puedes encontrar la receta pinchando en el link. Pero si quieres quitarte trabajo de encima siempre puedes optar por una placa de hojaldre congelada de supermercado. El resultado final no es el mismo, pero.. Independientemente de una opción u otra, lo que tendrás que hacer es estirar la masa dejando un grosor muy fino, cortar en rectángulos y enrollar poniendo un trozo de chocolate en el centro y depositar sobre la bandeja de horno con papel sulfurizado. Pinta con huevo batido y hornea hasta que se doren a 180º ó 200º aproximadamente.
Para darle un buen aspecto, si no tienes brillo pastelero en casa puedes pincelar con mermelada de albaricoque cada pieza para que así se adhieran los fideos de chocolate.




Un brindis por los despertares súbitos.. y algo de chocolate. Feliz año a todos.


miércoles, 12 de octubre de 2011

MOUSSE DE CHOCOLATE BLANCO y FELIZ CUMPLEAÑOS.


DECEPCIÓN: EL FIN DE UNA ÉPOCA DORADA.

Si se hiere no es amor, donde cabe la traición no entra la familia y dicho ésto, hablar de amistad suena a cachondeo ya.. pero voy a hablar.Hacía meses que me había obligado a modificar ligeramente mi concepto sobre la amistad, pero nunca se está lo suficientemente preparado para el shock que supone el hecho de que, en menos de una semana, qué digo! Más concretamente en cuestión de horas una tenga que replantearse sentimientos tan arraigados como el amor, la familia y la amistad. En definitiva, lo que viene a ser la confianza, sea cual sea su procedencia.




Me gustaría poder transferir a los ingredientes esta mezcla de vacío, desengaño y traición para que pudiéseis probar el sabor de mi tristeza.




Sé que hoy, al huracán de mi indignación, mañana le seguirá elrecuerdo. Ese recuerdo nostálgico de aquellos momentos en los que imperaba esa necesidad común de que cuantos más fuésemos, mejor.




Y pasaba el tiempo y, aunque comenzábamos a desvincularnos un poco por las obligaciones y las circunstancias, lo esencial se mantenía. Pero el día menos esperado, así, de pronto, y a raíz de hechos que a priori se suponían que iban a ser mitigados por la misma antigüedad de las relaciones, todo cambia vertiginosamente, creándose un círculo privado y exclusivo que a día de hoy, aún no logro entender.




Este año ha sido un año largo de despertares súbitos, en los que he podido comprobar que, efectivamente, la hipocresía es una habilidad de dominio popular pero que duele infinitamente más si encima se le añade el plus de parentesco consanguíneo.




Estoy jodida, sí. Pero contenta. Sobre todo de entender de nuevo ese 'darse cuenta' tan importante del que tanto habla Bucay. Tengo la sensación de que voy a marcharme de Españá justo en el momento adecuado, con las circunstancias propicias para poner fin a esta época de mi vida sin que duela demasiado. Pero con un completo equipaje emocional de lecciones aprendidas, de resignación hacia una época que parece oxidarse sin que yo pueda remediarlo y, sobre todo, con la certeza de que, si no siempre mis palabras han sido oportunas, al menos tengo la tranquilidad de no haber actuado NUNCA con hipocresía. Hace ya mucho tiempo que me dio por ser honesta.




Como diría Cárlos Goñi, de Révolver, en la canción de odio:

" Qué le voy a hacer si con razón o sin razón, aunque tú me des la vuelta... tengo el mismo corazón"








Pero siempre hay alguien que se salva: FELIZ CUMPLEAÑOS, MARTA.





  • MOUSSE
  • 90 Leche
  • 90 Nata para montar
  • 45 de Yemas
  • 30 de Azúcar
  • 5 hojas de gelatina
  • 400 de chocolate blanco
  • 750 de Nata para montar



  • 1) Hidratar la gelatina en agua fría.
  • 2) Derretir el chocolate al baño María o microondas.
  • 3) Montar la mayor cantidad de nata y reservar en el frío.
  • 4) Hacer una crema inglesa con la nata restante, la leche, el azúcar y las yemas. Disolver la gelatina aquí
  • y verter sobre el chocolate.
  • 5) Incorporar la nata montada e integrar.

lunes, 29 de agosto de 2011

Macarons au chocolat



Menuda odisea. Si antes estaba segura de que este pequeño bocado parisino no dejaba indiferente a nadie ahora, tras haberlos hecho por primera vez, hago aún más hincapié. Había oído que son muy laboriosos, y que cada paso de su preparación es irreemplazable, pero hasta que no te pones no lo crees. Pequeñitos, sí, pero matones.




La primera vez que los probé fue hace ya algunos años en una pequeña patisserie de París de cuyo nombre no puedo acordarme en la rue Lèpic, un pequeño local anónimo impregnado en un olor a vainilla y a hojaldre cocido que desarmonizaba con el bullicio exterior de las boucheries y los regateadores. La mujer que me atendía era menuda y morena, y de un aspecto tan frágil que por un instante pensé que los macarons que había pedido no alcanzarían a mis manos.




Con mucho esfuerzo logré comprenderla y ella a mí, y quedé tan sorprendida por el precio que a punto estuve de descambiar ese pequeño botón achocolatado por una pieza de hojaldre con forma de enveloppe. A día de hoy agradezco mi falta de decisión para volver atrás, de lo contrario me hubiese perdido ese primer bocado mágico condensado en poco más de 3 cm.


Tengo que confesar que no me salieron a la primera. Tuve que desperdiciar una buena cantidad de harina de almendra con lo carisima que es además de percatarme de que si los horneaba enpapel sulfurizado se deformaban debido al aire interior del horno que se introducía entre suspliegues.. por no mencionar que me dispuse a hacerlos desafiando el tiempo obligatorio de reposode 45 minutos para que se les forme esa especie de 'pie' aireado en su base que los hace tanpeculiares. ¿Resultado? Unas galletas deformes y crujientes que nada tenían que ver con mis ansiados macarons.



Me entró la neura y poco faltó para abandonar la misión. La paciencia no es mi fuerte, pero me jode muchísimo que algo se me resista. Así que me senté tranquilamente a recopilar la información necesaria. Supongo que el video de Christophe Morel de donde tomé la receta explica detalladamente cada paso y sus porqués, pero su acento y su rapidez me impiden enterarme de la película.


Una vez que le pillas el truco son bien fáciles de hacer, pero ante todo reconocer que es trabajo de chinos y que ahora comprendo el por qué de su elevado precio...





Pero si realmente se desea visitar el paraíso de los macarons entonces estamos hablando de Ladurée.. cuenta la leyenda que su receta supera a la del mismísimo Pierre Hermé. Me quedé con las ganas de acercarme a verlos este año, pero estuve muy pocos días en París y el poco tiempo que estuve esta vez me centré en Montmartre, donde con una compañía de nativos inmejorables conocí realmente París la nuit. Creo que fue la noche más bonita de mi vida..




Mucho más lejos de evocar señoritas refinadas, avenidas interminables o tiendas distinguidas, cuando pienso en esta ciudad lo que realmente se me antoja es formar parte de su vida bohemia, tan ajena al acontecer mundano. Si dejo volar la imaginación fantaseo viéndome con ropas baratas, con aires de escritora fracasada, tomando té en algún salón a cuya salida me espera un perro delgaducho y poco aseado, despilfarrando el dinero en caridad y en barras, siendo amiga de algún músico callejero y de algún mendigo o incluso abandonada al torbellino de la vida galante.. en fin, en definitiva creo que daría rienda suelta a mi vena extravagante. Soñar es gratis, ¿no?




Macarons


  • 125 de harina de almendras
  • 225 de glas
  • 3,5 claras de huevo
  • 20 de cacao en polvo

1) En un bol mezcla la harina, el cacao, 100gr de azúcar y reserva.

2) Haz un merengue francés con las claras y los 25 gr de azúcar restantes incorporándolos a mitad del montaje junto con una cucharadita de té de zumo de limón. Una vez hecho incorporar el contenido del bol en forma de lluvia y remover hasta que tenga un aspecto brillante.

3) Verter la mezcla en una manga pastelera con boquilla redonda y sobre el silpat, placa de silicona o papel sulfurizado formar los macarons de apenas 2,5 cm presionando levemente y dejando espacio entre ellos. Si se tiene molde de macarons, mejor aún, ya que nos aseguramos
de que tengan el mismo diámetro. Una vez formados dejar reposar a temperatura ambiente para que se endurezca la capa exterior y se forma el pie durante la cocción. Hornear a 180º de 12 a 15 minutos aproximadamente.






Podéis rellenarlo de lo que queráis, bien sea mermelada, crema pastelera o cualquier ganaché. En este caso, he utilizado una ganaché básica de chocolate.


  • 100 de chocolate en gotas al 70% de cacao
  • 125 de nata
  • 35 de mantequilla en dados y en pomada

1) Llevar la nata a ebullición y verter sobre un bol donde estarán lasgotas de chocolate. Esperar un par de minutos para que ablanden, remover y dar un toque con la batidorapara asegurar un aspecto liso y brillante.

2) Cuando temple incorporar la mantequilla en dados para texturizar la crema.

3) Verter sobre una manga pastelera sin boquilla (con una leve apert
ura es suficiente) y rellenar los macarons.



viernes, 12 de agosto de 2011

Banana bread



LIBROS 'de LUZ' vs. CONCIENCIA

Leído y comprobado. Por mucho que se lea a Bucay o a Punset que nos ayudan a desdramatizar la intensidad de las emociones te das cuenta de que, luego, cuando cierras el libro, te quitas las gafas y apagas esa lamparita de luz tenue que tanto te está jodiendo la vista, no es suficiente.




Te dispones a dormir triunfante pensando y filtrando toda esa verdad subyacente que exhiben los libros de autoayuda y que, teóricamente está muy bien, pero que tan ardua y espinosa es luego de llevar a la práctica. A no ser que a uno le suceda como a Osho, quien reconoció públicamente la fecha exacta en la que alcanzó la iluminación... desde el día en que leí eso, desconfío bastante del género de la autoayuda.






El mundo va demasiado mal para que haya tantos autores iluminados capaces de escribir infinidad de libros certeros.






Detesto todo el marketing que se aprovecha de las personas con un estado de debilidad del alma. Hay centenares de ellos malísimos con unas motivaciones surrealistas que no hacen sino frustrar aún más a quien los lee: pueden ser un estímulo o una palanca. Todo ésto sin ánimo de generalizar, porsupuesto.




Buscando información sobre esto, me encontrécon un artículo escrito por Luis Aparicio Sanz que vino a recapacitar con bastante profundidad, conocimiento y retórica. En él, ataca abiertamente tanto a lectores compulsivos en busca de fórmulas racionales para alcanzar la FELICIDAD como a los 'terapeutas' creadores de recetas hambrientos de éxito de ventas que se aprovechan, ademas de la ingenuidad y el desconocimiento de los lectores, de la debilidad emocional (transitoria o no) que les impulsa a consumirlos. Esto explica

que haya títulos que abrumen, como 'Carisma', 'La familia feliz', 'Autoestima en 10 dias', 'Cómo dejar de fumar', 'El secreto para superar el abuso verbal', 'Lograr un cuerpo perfecto'... si te das una vuelta por la sesión de autoayuda de cualquier librería puedes pasar un buen rato de risa, y eso sí que es terapia! :)






¡Oiga! Que me he pasado la vida tropezando y yo sin saber que existen fórmulas mágicas..


Supongo que no todos son inútiles. De hecho, he leído varios que son auténticas joyas, precisamente, por no desvariar demasiado proponiendo metas inalcanzables. Sabiendo siempre que tienen un tope de utilidad y que no te resuelven la vida, uno puede leer casi todo lo que llegue a nuestras manos, pero no seré yo quien pierda el tiempo en literatura imberbe.. a no ser que quiera reírme un rato.





"NADIE TIENE MÁS POSIBILIDADES DE CAER EN UN ENGAÑO QUE AQUÉL PARA QUIEN LA MENTIRA SE AJUSTA A SUS DESEOS"







¿Existe algo más terapéutico que algo de azúcar en cualquiera de sus formas deshaciéndose en la boca?

..Il n'ya rien de plus heureux que le sucre!



Hace un año tenía un enganche tremendo a la serie de 'Mujeres desesperadas'. Se me ocurrió hacer el pan de plátano a raíz de que la perfecta Bree Van de Kamp elaborara un delicioso 'banana bread' para dar la bienvenida a un vecino se mudaba a Wisteria Lane. Una de las veces, destapó el paño donde lo envolvía y tal vez por un impulso hormonal premenstrual quedé fascinada por el aspecto. Pero una vez que la marea roja bajó, se me pasó. Pero la espinita quedó ahí. ¿Y qué hacer con unos plátanos maduros que llevan días en la nevera? Pues eso. En principio pensaba que el color oscuro era porque se utilizaba algún tipo de harina integral, pero por lo visto la tonalidad se debe a la fruta oxidada. Está delicioso, y además aguanta muchos días perfectamente jugoso.




  • ....Receta....
  • 170 de harina tamizada
  • 3,45 de sal
  • 2,3 de bicarbonato
  • 1,15 de levadura
  • 75 de mantequilla a punto de pomada
  • 133 de azúcar
  • 2 huevos
  • 200 gr de puré de plátanos maduros
  • Nueces (al gusto)
  • Chocolate, trozos (al gusto)
  • Canela (opcional)
  • Nuez moscada (opcional)
  • Esencia de vainilla (opcional)
  • ..............................................................................................................................................................................
  • ...........................................................................................................................................................................
  • ELABORACIÓN:
  • 1) En un bol mezclar los polvos: harina, sal, bicarbonato y levadura. Reservar.
  • 2) Pomar la mantequilla con el azúcar y añadir los huevos de uno en uno. Incorporar a la mezcla anterior y añadir el puré de plátano junto con las nueces y el chocolate.
  • 3) Llevar al horno por 50 min a 180º aprox. Sacar, esperar que enfríe y sacar.



jueves, 4 de agosto de 2011

Mousse de chocolate



Continúo con la actualización del blog, y con esta receta me desprendo de tres creaciones distintas que, como decía en la entrada anterior, vengo arrastrando desde Navidad. Se trata de la mousse de chocolate que aprendí a hacer en la Escuela de Hostelería y que, sin duda, es la mejor que he probado. Es laboriosa, pero merece la pena ensuciar toda la cocina. Ahora la hago con mucha más destreza, pero recuerdo que la primera vez que la hice en casa me quise morir...literalmente. No estaba segura si había tomado nota bien de la receta y mucho menos aún del procedimiento... y el resultado fue desastroso: claras pegadas por el suelo, nata montada hasta en la campana y delantal para tirarlo de tanto chocolate..


Estas versiones individuales las hice en moldes de muffins de silicona que, después de haber sido congelados, son muy fáciles de desmoldar.



También fue el relleno del tronco que hice para Navidad, como interior de un enrollado genovés de chocolate.



Y varias veces más en un par de tartas para ocasiones especiales y por encargo, que aún estoy esperando que me paguen, por cierto...






Esta mousse está compuesta de nata montada, chocolate, pasta bomba, merengue italiano y gelatina para asegurar la consistencia. Los pasos se hacen en este orden y se van incorporando unos ingredientes a otros en el orden inverso.

Ingredientes

  • 375 de nata
  • 200 de chocolate al 62%
  • 60 de yemas
  • Almíbar de 121º con 95 de azúcar y 30 de agua para la pasta bomba
  • 100 de claras
  • Almíbar de 121º con 50 de azúcar y 20 de agua para merengue italiano
  • 12 gr de gelatina

  • En primer lugar hidratar la gelatina en abundante agua con hielo y reservar.
  • Semimontar la nata y reservar en frío.
  • Fundir el chocolate en intervalos de 20'' en el microondas para que no se queme. Reservar a temperatura ambiente.
  • Montar las yemas hasta que blanqueen y doblen su volumen y montar las claras también. A la misma vez los almíbares deben estar ya en el fuego para incorporar rápidamente cada uno donde corresponde. La gelatina la diluimos en una pequeña parte del almíbar de las claras.
  • Incorporar la pasta bomba al merengue italiano, seguidamente el chocolate fundido y por último la nata semimontada. Mezclar, rellenar los moldes que se deseen y al congelador. Esta mousse gana mucho si se congela y si es de un día para otro, mejor. Las medidas son para un molde de 20cm y un par de individuales de moldes de muffins de silicona.

viernes, 22 de julio de 2011

Tiramisú y aggiornamento del blog




Decía Pitágoras que con orden y tiempo se encuentra el secreto de hacerlo todo, y de hacerlo bien. No sé si solo lo decía ( ya se sabe que del dicho al hecho hay mucho trecho) o, de lo contrario, le sucedía como a la gran mayoría de los mortales que casi involuntariamente guiados por la vagancia dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy. Es, penosamente, mi caso.

Cientos de recetas se me acumulan desde Navidad y no encuentro el momento para darles salida. Menos mal que esta mezcla de apatía y flojera de vez en cuando me da respiros como éste.





Hace pocos días encontré una nota escrita de un día desolador como el paisaje de Hiroshima. Mi sentido del masoquismo aumenta tan vertiginosamente en estos días que no se me ocurre nada mejor que zambullirme en mi cajón de los recuerdos REAL rescatando toda clase de documentos que certifiquen la existencia de un estado de ánimo similar en otras épocas. Paradójicamente, esto me alivia bastante.




"Esta mañana he roto con mis obligaciones. Me he levantado a la misma hora, seguramente me habré duchado con el agua a la misma temperatura de siempre, la rugosidad de la toalla con la que me seco ha vuelto a producirme estigmas en la piel y los cien gramos de cereales con fibra han surgido su efecto antes de irme. Hasta aquí como una mañana cualquiera. He abierto el garaje, he esperado a que se apague la luz del contacto del coche tras haber introducido la llave y me disponía a salir a prisa. Pero no.
Seguramente esta ansiedad que me perturba hoy ya estaba presente de alguna manera desde antes de levantarme. Agradezco y valoro profundamente la asistencia opcional de mis obligaciones en estos días en los que no sé qué clase de corte circuito se producirá para que en cuestión de segundos, mi día cambie. Tal vez alguna melodía en la radio acompasada con el color ceniza del cielo hayan sido suficientes. Desde siempre, o mejor dicho, hasta donde alcanza mi memoria, sino con más intensidad con más frecuencia, esto me viene sucediendo. Así que he pasado la mañana en mi pequeño paraíso verde al aire libre y solitario donde suelo perderme cada vez que lo necesito. Sin más compañía que una manta sobre el césped, un libro y una libreta, han pasado las horas. Las letras a tamaño 10 ha vencido mi vista y me he quedado dormida hasta que el sol de la 1 menos cuarto ardía sobre mi cabeza. Me he despertado con la piel tibia como cuando te pasas un día de domingo entero metido en casa sin quitarte el pijama. Aún tumbada, he pensado en tí, y con la fuerza de un suspiro te enviado un beso que no sé si habrás recibido. Lo más cerca que podía tener de tí en ese instante era la resaca tras haber leído anoche aquel e-mail que me enviaste. Tus palabras han precipitado en mí una brusca necesidad de tí, y me he sentido vacía."






Esta noche me sumo al placer que produce rever una película que te haya fascinado. Al mencionar 'Hiroshima' ha venido a mi cabeza la maravillosa historia de Hiroshima, mi amor. No es que me guste especialmente el cine en blanco y negro, pero reconozco que la ausencia de efectos me hace prestar más atención a cada palabra, a cada gesto, a cada escena. Este de a continuación es un fragmento precioso en versión original.







Bizcocho de chocolate en microondas

  • 2 huevos
  • 25 gr de harina
  • 25 gr de cacao en polvo
  • 50 gr de azúcar


  1. Batimos con las varillas eléctricas el azúcar con los huevos, hasta que doblen volumen.
  2. Añadimos la harina con una espátula, envolviendo con cuidado para que no se baje.
  3. En un molde engrasado que pueda meterse en el microondas vertemos la preparación y horneamos dos minutos y media a máxima potencia. Dejar que entibie y empapar con licor de café.


"Hay que evitar pensar en esas dificultades que presenta el mundo. Porque sino sería completamente irrespirable"

Núcleo de crema inglesa de café gelificada

  • Molde de acero inoxidable redondo de 18 cm
  • 225 ml de nata
  • c/s de café
  • 70 gr de yemas
  • 70 gr de azúcar
  • 1 y 1/2 cola de gelatina


  1. Hidratar la gelatina en agua fría. Reservar. Disponer el molde de acero sobre una bandeja cubierta de papel vegetal. Reservar.
  2. Mezclar el azúcar con las yemas con las varillas. Hay que remover para que el azúcar no cristalice. Reservar.
  3. Infusionar el café con la nata hasta que llegue a ebullición. Verter 1/4 parte sobre la mezcla de azúcar y yemas, removiendo con las varillas. Hacemos equilibrio de temperatura incorporándola a la infusión restante. Calentar lentamente a fuego medio sin cesar de remover. Estará lista cuando podamos comprobar con nuestra espátula de remover que ésta está 'napada'.
  4. Volcar a un recipiente a través de un colador donde estará nuestra gelatina.
  5. Mojar el aro en crema y sellar un par de minutos en el congelador. Esto es para que no se nos salga el resto de crema restante que irá dentro del aro. Llenar y al congelador.



"Dentro de unos años, cuando te haya olvidado, y que otras historias como esta por la fuerza de la costumbre todavía ocurran, me acordaré de tí como el olvido del amor en sí. Pensaré en esta historia como en el horror del olvido."


Mousse de queso mascarpone


  • 270 ml de nata
  • 200 gr de queso mascarpone
  • 40 gr de yemas
  • Almíbar de 121º con 50 gr de azúcar y 20 gr de agua
  • 4 hojas de gelatina
  • molde de 20 cm de acero inoxidable


  1. Semi-montar juntas la nata y el queso mascarpone y reservar en frío. Hidratar también la gelatina en agua fría.
  2. Pasta bomba: montar las yemas hasta que doble el volumen y reservar. Hacer un almíbar con el agua y el azúcar hasta que alcancen los 121º y deshacer la gelatina en él. Incorporar en hilos muy finos el almíbar a las yemas sin dejar de batir con las varillas, este paso es muy importante o de lo contrario se nos cuecen las yemas si vertemos de una vez el almíbar sobre ellas debido a la temperatura.
  3. Incorporar la pasta bomba a la nata cuando ya estén tibias para que no se nos baje.


Montaje

El diámetro del corte del bizcocho de chocolate deberá ser de la misma medida de la mousse de queso. Montaremos la tarta al revés, es decir; el molde de 20 cm lo disponemos sobre una bandeja con papel sulfurizado y vertemos la mitad de la mousse de queso, a continuación pondremos el núcleo de café ya desmoldado pero aún congelado y después el resto de la mousse sin que rebose para terminar con la base de bizcocho. Es necesario congelarla para poder desmoldarla mínimo de un día para otro. Transcurrido este tiempo retiramos la película de papel sulfurizado y desmoldamos con ayuda de un soplete de cocina los bordes del aro con mucho cuidado para que no se derrita. Espolvorear con cacao en polvo y decorar al gusto.